jueves, 12 de noviembre de 2009

la escuela progresista

La escuela progresista defiende que los contenidos deben ser significativos para el alumno y se deben acercar al contexto socio-cultural en el que vive y, por lo tanto los contenidos deben ser vivos, concretos e indisolubles con la realidad. Valora la relación de la escuela con la sociedad estudiando los aspectos sociales y políticos de la misma para lograr una comprensión más profunda y organizada de la realidad.
En este aspecto, Harold Rugg defiende la creación de un plan de estudios en el que se establezcan los hechos esenciales acerca de la comunidad en la que vive la gente; en el que se interpreten para ella las características de los recursos e industrias básicas de las que dependen sus vidas, dentro de una civilización frágil e independiente; un plan de estudios que sea una introducción a las formas de vida de otros pueblos.
Para Rugg los planes de estudios debían tener una conexión orgánica con los problemas que los estudiantes iban a tener que encarar en el mundo externo,y los problemas que mayor atención requerían eran aquellos que violaban los principios básicos de la democracia. Quería reunir el poder y el conocimiento como una forma de pensamiento crítico que ayudara a la transformación cultural y política.

Ningún filósofo contemporáneo ha ejercido tanta influencia sobre el pensamiento, la cultura, la política y muy especialmente sobre

la praxis educativa del mundo civilizado como el norteamericano John Dewey (1859-1952). Nació en Burlington, Vermont. Estudió en la universidad de John Hopkins de Baltimore. En su dilatada vida ejerció su docencia en eminentes universidades de su país:

Minesota, Chicago, Columbia y Nueva York. En la de Chicago funda la Escuela Laboratorio en 1894. Aquí se gesta la mayor parte de su aportación teórica al campo de la educación. Entre sus principales obras pedagógicas hay que destacar: Mi credo pedagógico (1897), La escuela y la sociedad (1899), El niño y el programa escolar (1902) y Democracia y educación (1916).

Como muchos grandes pedagogos de la historia, Dewey no renunció a una propuesta utópica, quería conseguir con su teoría educativa una transformación radical de la sociedad.

La educación para Dewey es una continua reestructuración de la experiencia que da sentido y capacidad para dirigir y organizar las experiencias siguientes. El principio pedagógico más representativo de este autor es learnig by doing, es decir, educación por la

acción: construyendo el saber por la propia experiencia con el medio que te rodea y no aceptándolo pasivamente de otro. Con este principio se opone radicalmente a otro principio que era el que estaba acreditado en ese momento educación a través de la instrucción que correspondía a Herbart. EL objetivo de las escuelas experimentales era enseñar al niño a vivir en su mundo real y Dewey llevó personalmente su propia experiencia

a la práctica en la Escuela Laboratorio de Chicago. La base teórica de su experimentalismo radica en un hecho psicológico como es la permeabilidad del niño que a prende a partir de su propia experiencia.

Por lo tanto hay que fomentar en los niños su inclinación natural a hacer preguntas, a explorar e indagar por su cuenta todos aquellos procesos y objetos que entren en el campo de su interés.

Para Dewey, la finalidad de la educación es capacitar al educando para resolver los problemas que le plantea el medio ambiente físico y social. En cuanto al profesor, ha de ser un profesional, es decir, altamente cualificado, competente en su materia, preocupado por la conducta infantil, que reflexione sobre su propia experiencia y dispuesto a cambiar de estrategia educativa en función de los resultados obtenidos.

Para la transmisión de los conocimientos a los alumnos ha de haber coherencia entre la lógica de las materias y los intereses del niño.

Estructuró el currículum centrado en las denominadas ocupaciones: cocina, carpintería, costura, jardinería, con lo cual se pretendía integrar las actividades infantiles de la vida familiar con las de la vida escolar.

La evaluación consistía en la observación del comportamiento individual y social de los niños en reuniones semanales . No se efectuaban exámenes, ni se puntuaba de manera tradicional.

Pero los planteamientos del experimentalismo recibieron serias críticas. Se argumentaba que formaba para una sociedad no real ya que las ocupaciones eran propias de una sociedad agraria desconectada de la sociedad moderna del momento , en un continuo desarrollo tecnológico y que los alumnos formados en una idea del bienestar social al salir de la escuela y enfrentarse con la realidad sufrirían un duro golpe.

Respecto al cientificismo, éste está presente en todo el pensamiento de Dewey. Pensaba que toda la educación debe ser científica en el sentido más riguroso de la palabra. La escuela debe ser un laboratorio en el que

las diferentes maneras de pensar se concreten y se sometan a prueba, y el aprendizaje una búsqueda de lo desconocido y no una mera absorción pasiva de las cosas. En la escuela hay que aprender a pensar, pero no en el sentido de aceptar las opiniones de otros – eso no es pensar- sino construyendo el propio pensamiento. Para poder pensar elabora los pasos del método científico:

a) Encontrar un problema que nos obligue a buscar una solución.

a) Recoger los datos pertinentes.

b) Elaborar una secuencia organizada de etapas hacia una solución.

c) Construir una hipótesis y comprobarla

d) Si la hipótesis no se confirma, volver de nuevo a los datos.

El Credo Pedagógico de Dewey.

Este fue el título que John Dewey puso a una pequeña obra escrita en 1897 en la que la tesis principal es la doctrina del interés. No puede suscitarse el interés de manera artificial por algo que no sea capaz de suscitarlo en sí mismo.

Es indispensable que la enseñanza se funde en intereses reales. El interés no es algo fijo y permanente, sino que evoluciona en función de las características de las actividades y experiencias a las que se somete el individuo.

La educación se deriva de la participación del individuo en la conciencia social de la especie .

Es un proceso que empieza de manera inconsciente desde el mismo nacimiento y que modela sin cesar las facultades del individuo, saturando su conciencia, formando sus hábitos, ejercitando sus ideas y despertando sus sentimientos y emociones.

El proceso educativo tiene dos aspectos: a) psicológico: exteriorización y despliegue de las potencialidades de la persona; b) social: preparación y

adaptación del individuo a las tareas que desempeñará en la sociedad. A menudo esos dos aspectos están en grave oposición entre sí, pero puede desaparecer esa

oposición si tenemos presente que las potencialidades del individuo en desarrollo carecen de significado fuera de un ámbito social. Suscitarse

Por lo tanto, la escuela misma debe organizarse como una comunidad donde están concentrados todos los medios más eficaces para hacer al niño partícipe de los bienes heredados de la

especie, y donde la educación se realice como un proceso de vida y no como preparación para el porvenir. La escuela debe representar la vida actual, una vida que sea tan real y vital para el niño como la que vive en su propia casa, en el vecindario, en la calle.

La vida activa y social del niño debe ser el centro alrededor del cual se organicen las materias de

aprendizaje: su tiempo y espacio (historia, geografía, ciencias); instrumentales para adquirir las anteriores (lectura escritura, cálculo). Las actividades manuales y las ocupaciones siguen constituyendo el “centro de correlación” de todos los estudios.

No hay comentarios: