jueves, 12 de noviembre de 2009

lectoescritura y su tratamiento

disfonia

Es un trastorno o alteración del tono o timbre de la voz en su emisión provocado: por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico.

Puede ser crónica o transitoria.

DISLALIAS

Es un trastorno o alteración en la articulación de los fonemas o sonidos: bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros.

· Dislalias

· Omisiones de fonemas, principalmente en las sílabas compuestas e inversas . Ocurre a veces también la omisión del último fonema. Así el niño dice "bazo" por "brazo", cuando no hay rotacismo o dislalia de la "r". O dice "e perro" omitiendo la "l" en vez de decir "el perro".

· Confusiones de fonemas que a veces van acompañadas de lenguaje borroso. Puede hablar claro si se le invita a hablar despacio, pero su lenguaje espontáneo es confuso.

· Inversiones, que pueden ser de fonemas dentro de una sílaba o de sílabas dentro de una palabra . Por ejemplo: "pardo" por "prado" y "cacheta" por "chaqueta"

Tipos:

- Dislalia evolutiva: propia del desarrollo evolutivo del niño. Se considera dentro de lo normal, pues el niño está en proceso de adquisición del lenguaje y los errores se irán corrigiendo progresivamente.

- Dislalia funcional: no se encuentra causa física ni orgánica en esas alteraciones de articulación. Puede cometer diferentes tipos de errores: de sustitución (sustituir un fonema por otro), de omisión (no pronunciarlo), de inversión (cambiarlo por el siguiente) y de distorsión.

- Dislalia audiógena: la alteración en la articulación de fonemas se produce por una deficiencia auditiva.

- Dislalia orgánica: la causa puede estar en los órganos del habla (disglosias) o por una lesión cerebral (disartrias).

Dislexia

una definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para aprender a leer que presentan niños, niñas y jóvenes, con un coeficiente intelectual normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dificultades

Signos más evidentes:

De acuerdo con los criterios de la Asociación Británica de Dislexia y otros estudios recientes, los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) los niños y niñas con dislexia, serían los siguientes:

ómo detectarla en el niño En el aula la dislexia se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura, las peculiaridades que se dan cuando consigue iniciar el aprendizaje, la lentitud, la tendencia al deletreo, la escasa comprensión lectora debida a la falta de ritmo , la ausencia de puntuación. A medida que los cursos pasan, los problemas se agudizan, ya que el estudio, y el trabajo escolar en general se basa en las habilidades que el niño no tiene y se retrasa progresivamente. Así, la dificultad lectora, la escasez de comprensión, llevan a malos resultados escolares, mal autoconcepto, actitudes de desgana y conductas en ocasiones, disruptivas, perturbadoras del buen funcionamiento del clima del aula.

DISFEMIA O TARTAMUDEZ

Consiste en la dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la repetición rápida de sonidos y/o sílabas, provocando bloqueos al intentar pronunciar una palabra.

- Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas, balanceo de brazos,...) que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo verbal.

- Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos; responde a una tensión propia de entre los 2 y 5 años (edad en la que suele hacer su aparición).

- No inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión.

- Los tartamudos no siempre tartamudean; pero una vez se ha iniciado el trastorno, saben con antelación qué palabra les causa el problema y eso puede provocar aún más ese rasgo.

- La actitud más correcta estaría en ignorar el tartamudeo temprano del niño, pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el problema empeore. Se le hablará correctamente, con paciencia, sin terminar las frases que el niño inicie, ni interrumpirle. Y favorecer un clima de tranquilidad y relajación (sin prisas), cuando se entable conversación con él.

- Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de algún especialista infantil.

La dislalia tiende a mejorar con ejercicios de articulación constantes

Cuando un niño mayor de cuatro años muestra dificultades para pronunciar correctamente los sonidos normales según su edad y desarrollo, podría estar padeciendo un trastorno del habla conocido como dislalia.

Ivón Reguera, terapista de lenguaje del Centro de Especialidades Neurológicas, Audiológicas y Lingüísticas (Cenal), en Barcelona estado Anzoátegui, señaló que este problema no está relacionado con el lenguaje o la inteligencia. “Es sólo una dificultad para pronunciar fonemas que, con frecuencia, suele presentarse entre los tres y cinco años de edad.”

Aunque existen diferentes tipos de dislalia, una de las más frecuentes es la dislalia funcional, presente en los infantes que no pronuncian las letras “rr” y “r”, y confunden la “b” por la “p” y la “d” por la “t”.

También es factible diagnosticar la dislalia orgánica, producida por fisuras en el paladar o en los labios, o la auditiva, que impide la buena pronunciación por deficiencias auditivas.

la dislalia suele producir ansiedad, desesperación y desánimo en los niños que no se sienten comprendidos por las personas que están a su alrededor.

Recomienda mantenerlos en contacto con individuos ajenos a su entorno familiar, para que intenten hacerse entender y mejorar paulatinamente su articulación.

Posible tratamiento
con ejercicios de articulación constantes.

“Ponerse con el pequeño frente a un espejo para que imite la pronunciación correcta y repita con frecuencia las palabras con mayor dificultad ayuda a mejorar la situación. También funciona barrer la lengua de adelante hacia a atrás por el paladar, e intentar tocarse la punta de la nariz con ella para ejercitar la musculatura”.

NEE

La ley española de educación de 1990 (LOGSE) incorpora el concepto de necesidades educativas especiales (NEE). Se trata de un término que data de los años 60 pero que fue popularizado en los 80

Un alumno tiene necesidades educativas especiales cuando presenta dificultades mayores que el resto de sus compañeros para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad y necesita, para compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/ o adaptaciones curriculares significativas en varias áreas de ese currículo.

Cuándo preocuparse?
Los especialistas recomiendan a los padres acudir a un médico cuando, entre otras cosas, el niño no comprenda correctamente lo que habla, no sepa respirar adecuadamente en la emisión de fonemas, no use el lenguaje para ayudarse, no sea capaz de verbalizar sentimientos, no capte otros sentidos en frases como chistes o hable con una tonalidad que no corresponde a su verdadero tono.

El chupete
Además del origen funcional, auditivo, orgánico y evolutivo, existen otros factores que influyen en el surgimiento de una dislalia. Entre estas causas están el que el niño use o haya utilizado por mucho tiempo un chupete o que la forma de amamantamiento del bebé haya sido incorrecta.

Déficit atencional
La dislalia puede derivar del síndrome de déficit atencional o hiperactividad, lo que se puede identificar claramente si a los síntomas del trastorno del habla en el niño se une una desobediencia continua, desmotivación a aprender a leer o escribir, si molesta y distrae en la clase, no mide las consecuencias de sus actos o se muestra agresivo

Pequeños y grandes consejos
Cualquier Niño que tenga problemas para pronunciar una letra o sustituya una por otra debe su medico pediatra pensar en pedir ayuda de un fonoaudiologo.

Una vez que se diagnostica hay que pronunciar claramente la palabra sin exagerar en la pronunciación

Evitar llamar la atención publica por su dificultad ya que puede ser motivo de burlas.
No retarlo ni criticarlo porque no lo esta haciendo de mañosos.

Darle seguridad en si mismo para que supere este trastorno.
Estar en contacto con los profesores del niño.

Dislexia

una definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para aprender a leer que presentan niños, niñas y jóvenes, con un coeficiente intelectual normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dificultades

Signos más evidentes:

De acuerdo con los criterios de la Asociación Británica de Dislexia y otros estudios recientes, los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) los niños y niñas con dislexia, serían los siguientes:

ómo detectarla en el niño

La dislexia es una dificultad específica para aprender a leer y escribir. Su incidencia en la población se estima en un 10%, con un 4% de extremadamente disléxicos y un 6% de mediana o moderadamente disléxicos, y se trata de un trastorno que acompaña durante toda la vida a quien lo padece. Los niños disléxicos “tienen una capacidad intelectual media o por encima de la media”, aunque reconoce que la dificultad en la comprensión de los escritos les acarrea un retraso de aprendizaje de dos años con respecto al resto de sus compañeros. “Por tanto, antes de los ocho años es imposible diagnosticar el problema. Éste es un aspecto fundamental porque se suelen cometer muchos errores en la detección de las dificultades lectoras en niños menores e identificarlas como dislexias”,

tratamiento

Algunos indicadores

La dislexia se puede detectar antes del acceso a la ‘lectoescritura’. “De hecho - a los cuatro o cinco años hay una serie de síntomas que pueden servir de indicadores de alarma para los padres”. Estas señales son aquellas que están relacionadas con el nivel de comprensión y lenguaje del niño ya que, , “es habitual que a los cuatro años un niño hable con fluidez y tenga una capacidad lingüística que, en el caso de los niños disléxicos, no se produce”. “Además -, estos niños suelen tener problemas en el momento de memorizar canciones, problemas de ritmo, falta de concentración e, incluso, les cuesta hacer un puzzle por muy sencillo que sea”.

1. Haga saber al niño que se interesa por él y que desea ayudarle. Él se siente inseguro y preocupado por las reacciones del profesor.

2. Establezca criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender, sabiendo que realizar un trabajo sin errores puede quedar fuera de sus posibilidades. Evalúe sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los demás en sus áreas deficitarias. Ayúdele en los trabajos en las áreas que necesita mejorar.

3. Dele atención individualizada siempre que sea posible. Hágale saber que puede preguntar sobre lo que no comprenda.

4. Asegúrese de que entiende las tareas, pues a menudo no las comprenderá. Divide las lecciones en partes y comprueba , paso a paso, que las comprende ¡Un disléxico no es tonto! Puede comprender muy bien las instrucciones verbales .

5. La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.

6. Puede requerir más práctica que un estudiante normal para dominar una nueva técnica.

7. Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con la experiencia previa.

8. Dele tiempo: para organizar sus pensamientos, para terminar su trabajo. Si no hay apremios de tiempo estará menos nervioso y en mejores condiciones para mostrarle sus conocimientos. En especial para copiar de la pizarra y tomar apuntes.

9. Alguien puede ayudarle leyéndole el material de estudio y en especial los exámenes. Muchos disléxicos compensan los primeros años por el esfuerzo de unos padres pacientes y comprensivos en leerles y repasarles las lecciones oralmente.

Si lee para obtener información o para practicar, tiene que hacerlo en libros que estén al nivel de su aptitud lectora en cada momento.

Tiene una dificultad tan real como un niño ciego, del que no se espera que obtenga información de un texto escrito normal. Algunos niños pueden leer un pasaje correctamente en voz alta, y aún así no comprender el significado del texto.

10. Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura. Hacerle notar aquellos sobre los que se está trabajando en cada momento.

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